martes, 18 de junio de 2013

Leerme Escribiendo



Tengo un poema que me ronda
 y esta atado a una curda.

Voy a empezar
 porque siempre quiero hacerlo y luego lo dejo.

Qué poderosa canción es la que me atrae
cuando me veo en los ojos extraviados,
poseído en nostalgia, de una copa de vino.

Poderosa pócima de ensueños,
llévame a lo profundo de mi ser
acércame a los poemas más hermosos
que todavía no escribí.

Lodazal de penas y amarguras,
versos incongruentes que no hilvanan,
bestia que me atrapa me lleva
 me cuida y a la vez me mata.

En la cumbre de mi curda
y al recuento de mis bienes,
solo encuentro represión, extravío y agobio.

¡Cuánto tiempo más oscurecerá mi vida!

Con ansias espero el día
En que mis oscuros pesares
se transformen en poesía.

                                                    Víctor Hugo Ibáñez
                                                 Salta (1966)